Las madres siempre cuidan de sus hijos con cariño, sobre todo si éstos son pequeños o están enfermos. Con
el tiempo, son los hijos quienes se preocupan por sus padres mayores.
Marga Muñoz encontró un método especial
para llamar la atención de su madre, quien cada vez estaba más enferma y desinteresada por la vida: le escribía cartas
donde le sugería que preparara platos sencillos y deliciosos, como un pollito relleno al «quiero y no puedo», y
atrevidos postres, como las croquetas de fruta prohibida. Además le daba consejos, por ejemplo algún truco de belleza,
y le describía las propiedades más importantes de ciertos ingredientes.
Hoy su madre ya no está, pero Recetas
para mi madre puede resultar útil a otras personas que necesitan un estímulo para levantarse y ponerse en marcha con
ilusión. Es también un completísimo libro de recetas, explicadas de forma escueta y clara, que pone a prueba el paladar
pero no la habilidad en la cocina.